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  • Es increíble que ante un informe de una comisión denominada de “Alto Nivel” que entregó su informe hace cuatro años, no se hubiesen tomado las medidas pertinentes para salvar al hospital

La situación calamitosa del Hospital Universitario del Valle Evaristo García tiene un solo nombre: negligencia estatal. Es simple, no solamente el entorno nacional lo arrastró en su turbulento y oscuro sistema, sino que oídos sordos fue el efecto del informe entregado por un grupo de más de 40 expertos, denominado en su momento como “Comisión de Alto Nivel”, que hizo una serie de recomendaciones y lanzó varias alertas. Solamente las de tipo administrativo fueron atendidas, cuando se redimensionó el modelo de atención, pero las de orden estructural, ninguna. Hoy, la institución de salud más importante del sur occidente y pacífico colombiano que impacta a varios millones de colombianos está al borde de su cierre definitivo.

A esa conclusión llegaron los directivos de la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos, ACESI, al desempolvar el citado informe.

Olga Lucía Zuluaga Rodríguez, directora ejecutiva del gremio sostuvo que hubo una mezcla de apatía, desidia, indiferencia y hasta pereza por salvar el hospital entre los municipios que impacta en varios departamentos, la gobernación del Valle del Cauca y la misma nación. “Dejaron sola a la administración del centro médico a su suerte, lidiando con figuras contables que solo en el papel resisten, cuando la verdadera situación financiera ahogó a la institución”, aseguró.

La directora ejecutiva de la Asociación de Hospitales del Valle, Asohosval Luz Deiby Jiménez Rendón, quien tiene información de primera mano agregó que a ese peligroso coctel que cuenta como ingrediente principal la indolencia oficial, se le suma el complicado arsenal normativo que pone contra las cuerdas a las empresas sociales del estado cuando obliga a nivelar la multimillonaria cartera con préstamos, exige resultados y acorta los espacios de maniobra, en contraste, le otorga todas las facilidades a las EPS (en su mayoría privadas) para recuperarse.

“Y como puntillazo final, la falta de inspección, vigilancia y control por parte de los organismos respectivos coadyuvaron para que el Hospital Universitario del Valle amase una de las carteras más altas del sistema”, confirmó.

Como dato curioso, el informe confirma que el HUV en el 2011 no estaba en crisis pero que demandaba un cambio fundamental en su estilo de dirección, refiriéndose al modelo del sistema que gobierna a la salud en Colombia. Hoy, la suspensión progresiva de servicios, la no contratación del personal necesario ante la falta de recursos para pagarles, el embargo de sus cuentas por más de 25 mil millones de pesos y en general, la enorme cartera que supera los $200 mil millones lo tienen a un paso de su liquidación.

“Las administraciones local de Cali, departamental del Valle y el gobierno nacional no deben permitir que se cierre una institución de tanta importancia para el occidente del país. Se debe conformar un frente común que garantice la permanencia del HUV. La recién creada comisión accidental del Congreso de la República para el seguimiento a la crisis de la salud debe nombrar legisladores de la región que verifiquen y hagan el respectivo control político que garantice la subsistencia del Hospital Universitario del Valle”, puntualizó Olga Lucía Zuluaga Rodríguez.

Vea las conclusiones completas del informe en este link:

CONCLUSIONES DIAGNÓSTICO HUV 2011

 

Desastre del HUV fue vaticinado desde el 2011