- Un año de balance, al frente de una de las entidades más polémicas, que según el alto funcionario ha tenido que re direccionar
Fabio Aristizabal Ángel, superintendente Nacional de Salud dijo en las últimas horas que después de un año al frente de la entidad la está rescatando de todos los males posibles que pueden afectar, si se descuida, una institución oficial: la corrupción, la ineficiencia y la politiquería, entre otros.
El alto funcionario encargado de la inspección, vigilancia y control del sector salud en Colombia dijo que cuando comenzó sus actividades como superintendente, al comienzo del gobierno de Iván Duque, se dedicó a buscar las razones por las cuales el sector padecía de tantos problemas y no fue difícil encontrar que la mayor dificultad había sido la falta de una acción de auditoría eficiente y oportuna.
“Si la Supersalud hubiera cumplido con su papel, no estuviéramos presenciando lo que los colombianos evidencian hoy en carne propia. Encontramos una entidad desperfilada, sub-valorada, torcida y disimulada. Por eso nuestro trabajo fue admitir los enormes problemas que teníamos, no taparlos y agarrar el toro por los cachos, para corregir el rumbo”, dijo Aristizabal.
Ante un nutrido escenario de más de 300 asistentes al XVII Congreso Nacional de Hospitales Público, cumplido en Barranquilla, organizado por la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos, ACESI, el superintendente con sus característico estilo “sin pelos en la lengua”, admitió que es consciente que su labor incomoda a muchas personas, incluso lo que le ha valido diversas amenazas, porque sus decisiones afectan enormes intereses económicos: más de 40 billones que se mueven en el sector salud al año.
Los pecados y castigos en la Supersalud
Denunció que hace un año la angustia era generalizada porque “heredó” 399 empresas sociales del estado en planes especiales de gestión integral de riesgos (PGIR); 24 EPS en “stand by”; $16 billones en cartera entre EPS e IPS (públicas y privadas); $7 billones de cuentas no claras entre EPS y el estado Colombia; además recibió 600 mil PQR (preguntas, quejas y respuestas), y detectó 40 modalidades de malas prácticas, entre ellas: abuso y fraude.
“Para enfrentar semejante problema tuvimos que tomas decisiones extremas que no son las más populares. Hoy, estamos volcados a los usuarios, más que a los vigilados. No obstante nos amarramos la correa a través de la implementación de la ley que endureció las multas en general que ahora pasan a un máximo de 2.500 salarios mínimos, al igual que sanciones de inhabilidad para ejercer cargos relacionadas con el sector por 15 años a los infractores de una serie de prácticas que se habían convertido en el pan de cada día en el sistema”, explicó.
En la actualidad hay 19 EPS con medida preventiva de vigilancia especial. Con restricción para realizar nuevas afiliaciones y aceptar traslados; nueve hospitales están intervenidos, y se han realizado 200 auditorías y visitas a los sujetos vigilados.
Frente a la oxigenación del sistema indicó que su despacho ha gestionado más de $1billón, y ha generado mesas de flujo de recursos cercanos a los $587 mil millones, a través de 33 mesas, realizadas en 25 departamentos. Igualmente comentó que en lo corrido del año de su administración se han llevado a cabo 12 jornadas de conciliación en los 32 departamentos, incluido el Distrito Capital, lo que ha generado 865 acuerdos conciliatorios, que se traducen en $355 mil millones para las IPS.
El Supersalud aseguró que gracias a las solicitudes de la entidad, a la Adres, ésta giró $25 billones entre agosto de 2018 y junio de 2019. Al mismo tiempo que ha sancionado 14 EPS por incumplimiento al giro directo, puntualizó.
