Asmetsalud le hizo “conejo” a Isabu.  Miles de usuarios afectados en Santander

  • Directivos de la IPS pública de Bucaramanga exigen que esa empresa le pague, adicional a lo adeudado, $125 millones que ha dejado de percibir en abril, por no cumplir su compromiso de contratación

Cuando Juan Eduardo Durán Durán gerente de la ESE Instituto de Salud de Bucaramanga, Isabu, recibió el 22 de diciembre de 2017 una carta de intención de Yaqueline Yacumal Granados, directora departamental en Santander de Asmetsalud, en la que le garantizó la contratación de servicios, que dice: “la presente carta de intención servirá como mecanismo de acuerdo de dicho contrato, a partir de la fecha”, supuso como era lógico, que se trataba de una intención seria de renovar el contrato para el 2018 con esa EPS. Pero eso no ocurrió.

Las conversaciones iban muy bien para renovar el acuerdo. Es más, el gerente de  Isabu fue citado el 22 febrero pasado. En dicha reunión se discutieron detalles y tarifas que servirían para el nuevo contrato que arrancaría el 1 de abril de 2018, de eso dan fe las actas de los encuentros. No obstante. ¡Oh sorpresa! El 26 de marzo pasado, en una escueta comunicación enviada por correo electrónico notifican a la Empresa Social del Estado del municipio que Asmetsalud da por terminada la relación contractual a 31 de marzo, pidiéndole que cancele las citas en todas las modalidades, lo que le está ocasionando a la ESE tremendos problemas, no solamente económicos sino estructurales y de reputación.

“Para responder con un excelente servicio a todos los usuarios de Asmetsalud dispusimos de la vinculación efectiva de personal especializado y la firma de un contrato de suministro de material médico, quirúrgico y medicamente con Cohosan, que garantizara la disponibilidad, durante toda la vigencia actual, así como de personal de apoyo para la planificación y aprestamiento de la operación”, sostuvo Durán Durán.

Y como si fuera poco, funcionarios de Isabu tuvieron que ponerle la cara a cientos de pacientes que tenían diferentes citas médicas especializadas programadas ya autorizadas por la misma EPS, incluyendo la cancelación de 25 cirugías, con el consecuente inconformismo y descontento de esos ciudadanos, ante la notificación de “no prestación de servicios” cinco días antes de terminarse el contrato.

Todo este problema le ha costado a Isabu un total de $125 millones porque ya tenía contratadas salas de cirugía, pactados honorarios y turnos de médicos especialistas, personal de apoyo y logística general, que se debe programar con tiempo.

La conclusión de todo este lío es que Asmetsalud no contratará los servicios de segundo nivel de la ESE, bajo el argumento de “integralidad” por poseer apenas cinco especialidades: medicina interna, ginecología, pediatría, cirugía general y ginecobstetricia.

Juan Eduardo Durán dijo que Asmetsalud debería mantener la contratación de servicios de segundo nivel en las especialidades ofertadas y con las tarifas acordadas; la EPS deberá asumir los daños emergentes a Isabú ($125 millones), y responder por demás gastos incurridos como personal, material médico quirúrgico, entre otros.

En 2017 Isabú practicó casi 800 cirugías y atendió cerca de 14 mil consultas especializadas. Facturó $1.358 millones, de los cuales Asmetsalud debe aún $227 millones de 2017, y una cartera total de vigencias anteriores que supera los $2.280 millones.

 

 

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